domingo, 3 de febrero de 2013

Encuentro


Si tuviera que definir con una sola palabra el ejercicio de nuestra profesión en el ámbito clínico, elegiría la palabra encuentro, porque resume mejor que ninguna lo que se produce entre terapeuta y paciente.

En un encuentro en que cada uno tiene un rol definido y que ocurre dentro de un encuadre determinado (espacio, tiempo, frecuencia, marco teórico referencial, etc.).

Pero no es un encuentro cualquiera, como el que se da entre amigos, compañeros de trabajo, colegas, etc., y lo que lo diferencia es que ambos (psicólogo y paciente) asisten a la novedad, ninguno sabe de antemano lo que ocurrirá, pero tienen en común el deseo de trabajar juntos, de acompañarse a largo de un camino que es el propio proceso psicoterapéutico.

En este encuentro, el encuadre es un elemento esencial porque permite pautar juntos la forma de trabajo, las condiciones y diferenciar roles, entre otras cosas, posibilitando, de esta forma que el paciente despliegue “su historia” y sus circunstancias y que el psicólogo escuche a través de una escucha operativa sin prejuicios ni preconceptos, y que la palabra adquiera su valor terapéutico.

Así el rol del psicólogo no es el de aconsejar, o decir lo que está bien o mal, o señalar como deberían ser las cosas, sino establecer puentes, entre el paciente y su propia historia, propiciando el encuentro con uno mismo, sus sensaciones, miedos, angustias, temores, deseos,  odios, amores, sueños, sentimientos, frustraciones, etc.

Y es el propio paciente, quien desde su historia, sus valores, creencias, circunstancias, decide sobre sí mismo.

El psicólogo intenta por medio de la palabra, develar la historia silenciada, arrojar luz sobre recuerdos ensombrecidos, por el dolor, por el paso del tiempo o vaya a saber porque, mostrar aspectos de uno mismo que muchas veces nos negamos a reconocer como propios y que siempre rechazamos en los demás.

Esto hace que el proceso psicológico sea un proceso de cambio y transformación en donde el paciente resignifica su  historia vital, se fortalece, crece, haciéndose cargo de su destino, tomando las riendas de su propia vida y decidiendo por sí mismo como quiere ser, que quiere ser, y  que camino escoger.

5 comentarios:

  1. Lo has definido a la perfección, Patricia.

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  2. Gracias Ali he intentado describir nuestro trabajo para que nos pierdan el miedo y dejen tanto falso concepto que hay por ahí.

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    1. Que bueno y que claro que esta. Mis mejores deseos en todos tus emprendimientos.
      Tu hermana

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  3. Muy acertado Patri, el psicólogo acompaña en el proceso pero, el trabajo lo hace el propio paciente. Es el que se compromete a avanzar y trabaja por ello. Si esto no ocurre y lo que se espera es que nos digan como nos debemos de conducir, esta transformación no ocurre.

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  4. Muy buena la definición que has hecho del rol del Psicólogo. Es así como debe ser, como dices, un encuentro. El Psicólogo como acompañante en un proceso, en un camino, que será único para cada paciente.
    Enhorabuena,muy interesante el blog!

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