lunes, 28 de enero de 2013

PSICOLOGA CONTRA VIENTO Y MAREA


Quería comenzar el blog compartiendo algunas reflexiones acerca de las dificultades con las que nos encontramos los psicólogos, a la hora de ejercer nuestra profesión

Al principio pensaba que las mismas eran intrínsecas a la profesión, pero a través de los años he comprendido que las dificultades provienen del statu quo que tiene la Psicología como ciencia y como profesión.

A pesar de ser licenciados universitarios cuya profesión está regulada por organismos del estado (Ministerio de Educación, Ministerio de Salud Pública), somos ignorados por unos y por otros.

Como técnicos sanitarios, la presencia del Psicólogo en hospitales y centros de Salud, es muy inferior a la de otros técnicos.

Por otro lado, en el imaginario social, se asocia al Psicólogo con la enfermedad, con la “locura”, nunca con la salud. Es así que nuestra inserción laboral siempre ha estado asociada a la psicopatología, a los diferentes trastornos, a la enfermedad mental.

Sin embargo, hoy día los psicólogos en general realizamos una labor muy importante en el ámbito de la prevención y promoción de salud mental. Es importante recalcar, que en el ejercicio de nuestra profesión hemos conquistado otros territorios además del clínico, como por ejemplo ámbito educativo, mediación jurídica, grupos, organizaciones, familias, etc. ninguno de ellos exento de dificultades, probablemente porque siempre compartimos competencias con otras profesiones más o menos cercanas a la psicología.

De ahí que la presencia del intrusismo profesional sea tan evidente, así como nuestra desprotección frente al mismo.

En el ámbito laboral, la mayoría de los encargados de Recursos Humanos provienen de otras carreras universitarias o profesiones, y en el clínico se están poniendo de moda algunas disciplinas cuya base puede resultar tan dudosa como la capacitación de quienes la llevan a cabo.

Pese a todo ello, hay algo que siempre me impulsa a seguir y esa motivación la encuentro en mi vocación.

Para mi  ser Psicóloga no solo me define como profesional sino como persona, porque me gusta lo que hago y creo en ello, como también creo en el ser humano y en sus posibilidades.

Después de  todo la Psicología  es una profesión viva  actual y dinámica  que nos permite ayudar a otras personas a desarrollar sus potencialidades, a responder a problemas en situaciones concretas, a emprender otros caminos, a buscarse y encontrarse, a atravesar miedos, dudas, incertidumbres, angustias, dolor, amor, deseos, fantasías, en fin, todos los sentimientos y sensaciones  que nos hacen ser las personas que somos.

5 comentarios:

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  2. Me encanta tu entrada. Qué razón tienes Patricia. Además en España no se considera al psicólogo como un profesional de verdad. A mi me han llegado a decir que el que va al psicólogo es porque no tiene amigos. Esperemos que poco a poco las cosas vayan cambiando y se nos vaya teniendo en cuenta en todo el espectro que va desde la prevención hasta el tratamiento.

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  3. Bien Patricia!!! Reivindicar nuestro rol profesional, reivindicando el valor de la persona.

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